Sus primeros acercamientos a la cocina sucedieron al estudiar
Técnico Medio en Servicios Gastronómicos, pero no fue suficiente para César E.
Cobarrubias Carbo, actual chef del bar-restaurante La Taberna del Duque.
Por eso, decidió comenzar un curso en el Hotel Sevilla, que le
llevaría a desarrollar una de las mayores pasiones de su vida: cocinar para
otras personas.
Su experiencia fue creciendo en lugares como los hoteles Nacional,
Cohíba, Capri y el propio Sevilla. Pero recibió una oferta que no pudo
rechazar, a través de una amiga quien le presentó a José Miguel Duquesne,
creador de La Taberna del Duque.
“El proyecto me interesó desde el primer momento. Decidí
entonces probar suerte y abrir paso a la experimentación. Hasta ahora me ha ido
muy bien. Me fascina La Carta, es una mezcla exquisita de comida internacional
con las raíces culinarias cubanas –considera-. De ella resaltaría la salsa”.
La sintonía entre los miembros de equipo es lo más importante en
la cocina de César. “Son muchachos que todavía no han alcanzado una madurez
profesional pero valoro mucho su interés por aprender y la disposición para
trabajar -opina el chef-. También me preocupa desde el inicio complacer al cliente.
Para César la comida cubana es exquisita. “Tengo muchas
influencias de mi abuela. Creo que trato de homenajear lo que ella me enseñó,
siempre adaptándolo a las tendencias contemporáneas”.
En ese camino, le gusta innovar con la escenografía. Piensa que
es uno de los elementos distintivos de su estilo. “Trato de reinventar cada
decoración, incluso de la misma receta. Busco que la presentación sea tan
espectacular que los platos se puedan comer con los ojos”, precisa.
El pollo destaca entre las carnes que prefiere cocinar, y si es
asado en cazuela, mejor. A la hora de comer, se queda con el arroz moro.
Confiesa que la sal es el ingrediente que no puede faltar en su cocina.
La satisfacción al paladar de cada cliente y la consiguiente
felicitación, son la meta cotidiana de César, además de lograr que La Taberna
del Duque se reconozca entre los mejores restaurantes por la calidad y la
originalidad de su comida. “Sé que podemos llegar muy lejos y estamos
trabajando duro para eso”.
Ser una persona sencilla es la mejor virtud que puede tener un
chef, y César lo es. Te invitamos a leer algunas respuestas rápidas de quien
hace de cada plato de La Taberna del Duque, un festival de aromas, colores y
sabores.